POR ARABA

Esta mañana ha tenido lugar en las Juntas Generales de Araba el debate de totalidad del Proyecto de Presupuestos de la Diputación Foral para 2012.

Son unos presupuestos tremendamente restrictivos, unos presupuestos en los que solo hay restricciones, no hay en ellos ni el mínimo rastro de otras políticas que no sean la pura y simple restricción.

Para superar la crisis es importante una política de austeridad, hay que hacer recortes, pero no vale con eso. La austeridad por sí sola no nos hará salir de la crisis.

Son precisas políticas activas que ayuden a generar actividad económica, que ayuden a generar empleo, sin embargo no hay rastro alguno de esas políticas en el presupuesto que ha presentado el Partido Popular para su aprobación.

Desde el Partido Nacionalista vasco consideramos que estos no son los presupuestos que Araba necesita, que son unos presupuestos malos para Araba.

Sin embargo creemos también que en esta difícil coyuntura Araba necesita presupuestos, que una prórroga presupuestaria llevaría a Araba a una situación dificilísima.

Nos vemos obligados por tanto a elegir entre lo malo, estos presupuestos, o lo peor, la ausencia de presupuestos.

Desde el punto de vista de la rentabilidad política lo fácil hubiera sido, para el Partido Nacionalista Vasco, votar en contra de este proyecto de presupuestos, provocar su devolución y causar con ello una crisis en el Gobierno Foral, poner al Gobierno de Javier de Andrés contra las cuerdas al no aprobar sus primeros presupuestos en una situación tan difícil.

Eso hubiera sido lo fácil, y lo lógico si sólo se piensa en la rentabilidad política.

Pero nuestra obligación es actuar con responsabilidad, y por responsabilidad nos hemos abstenido hoy y con ello hemos posibilitado que Alava tenga presupuestos, aunque sean unos malos presupuestos.

Lo hemos hecho porque por encima de los intereses partidistas están los intereses de todos los alaveses y alavesas, lo hemos hecho por Alava.

Esa es la política que reivindicamos, la que deja en segundo plano los intereses de Partido y pone por encima de todo los intereses del País.