jueves, 1 de septiembre de 2011

POLITICAS INDUSTRIALES

Se escuchan estos días algunas voces que pretenden poner en tela de juicio las ayudas o subvenciones concedidas a empresas por las instituciones vascas durante los últimos años. Es posible que algunas de las empresas que han recibido ayudas o subvenciones pretendan ahora cerrar o se encuentren inmersas en un proceso de deslocalización. Con toda seguridad la política industrial no puede ser la misma ahora que en los años 80 o 90 del siglo pasado y las garantías y controles, así como las fórmulas para la concesión de ayudas y subvenciones, han de ser también diferentes. Sin embargo no hay que perder la perspectiva ni olvidar los efectos que las políticas de las administraciones vascas han tenido en la evolución de nuestra economía.

Euskadi sufrió una profunda crisis industrial durante los años 80 del siglo pasado, derivada fundamentalmente de su condición de “región industrial en declive”. La gravedad y profundidad de dicha crisis provocó que en el año 1986 la tasa de desempleo superara el 22%.


Durante esos años el Gobierno Vasco llevó a cabo una política de reestructuración industrial con la que se pretendía amortiguar el necesario proceso de reconversión industrial y relanzar la industria vasca mediante medidas dirigidas fundamentalmente a la innovación y mejora de procesos productivos, así como a la captación de inversiones en Euskadi.

Fruto de estas políticas en 25 años Euskadi sufrió una fuerte transformación, tanto económica como social. De un PIB de 6.700 millones de euros en 1980 se pasó a otro de 41.660 en el año 2.000 y de 68.500 millones en 2008.

Al comenzar la crisis en la que nos encontramos actualmente Euskadi mantenía una alta capacidad industrial (el 30% del PIB vasco en 2008), y la evolución de su economía cabía calificarla de poco menos que espectacular, hasta tal punto que en la Unión Europea solamente Luxemburgo, e Irlanda muy ligeramente,  crecieron más que Euskadi entre 1998 y 2008 en términos de incremento del PIB.

Este crecimiento económico vino acompañado de un descenso paulatino de las tasas de desempleo y, fundamentalmente, del crecimiento del empleo de calidad y por lo tanto del aumento del bienestar de los vascos.

De este modo Euskadi ha podido enfrentarse a la crisis económica en una situación de clara ventaja respecto al estado español. Así, si nos ha alcanzado el tremendo azote del desempleo, lo ha sido de una manera mucho menor que en el resto de Estado.

Esta situación, conocida por todos, ha sido fruto del esfuerzo de trabajadores y empresarios, pero fundamentalmente de la política económica del Gobierno Vasco, una política clara que propició culminar con éxito la reconversión, crecer, innovar y alcanzar altos niveles de riqueza y desarrollo en pocos años. Por eso, frente a quienes desde un liberalismo extremo mantienen que la mejor política industrial es la que no existe, la actuacion de los gobiernos del Partido Nacionalista Vasco demuestra lo contrario, que una política industrial acertada contribuye a mejorar la economía de un pais y la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas.

1 comentario:

  1. Tienes toda la razón, pero además es que hay algo peor que no tener política industrial, y eso es tener una mala política industrial, que es lo que ocurre con el actual gobierno vasco de Patxi Lopez, bajo cuyo gobierno Euskadi está perdiendo industri, empleo y actividad económica.

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