Hace unas semanas el candidato Rubalcaba avanzaba su intención, si llega a ser presidente del gobierno español, de acabar con las diputaciones. Mantenía el candidato que las diputaciones forman parte de una estructura del siglo XIX y que sobran.
Advertido de la importancia de las diputaciones para la supervivencia de los pequeños Ayuntamientos, Rubalcaba se sacó de la chistera la propuesta de sustituir a las primeras por lo que denominó “consejos de alcaldes”, eliminando los diputados provinciales y asesores y ahorrando de este modo, según sus cálculos, 1.200 millones de euros.
Mas adelante el Partido Socialista aclaró que la propuesta de su candidato se refería solo a las diputaciones provinciales y no incluía las diputaciones forales, que según sus propias palabras “no sobran” para los socialistas vascos, ya que tienen importantes competencias y son diferentes de las diputaciones provinciales.
Sin embargo, y como ocurre tantas otras veces con los miembros del partido socialista, una cosa es lo que dicen y otra muy diferente es lo que hacen.
No podían seguir las tesis de Rubalcaba porque en Euskadi nadie lo habría entendido, no podían mantener de forma pública que su verdadera intención era reducir todo lo posible las competencias de las diputaciones forales, pero los hechos han venido a demostrar que es precisamente eso lo que pretenden.
El Gobierno de Patxi Lopez aprobó ayer el proyecto de ley municipal y, aunque hemos tenido que enterarnos de su contenido por los medios de comunicación, parece que su objetivo final no es otro que conseguir una importante reducción de las competencias forales, modificando para ello el entramado institucional que tiene su base en el Estatuto de Gernika.
Dice Patxi Lopez que su gobierne asume la responsabilidad de garantizar la unidad de Euskadi, sin embargo no parece que el líder de un partido que tiene apenas un 17% de los votos en la Comunidad Autónoma Vasca tras las últimas elecciones municipales y forales tenga ni legitimidad ni capacidad para intentar modificar el reparto competencial que establecen el Estatuto de Gernika y la Ley de Territorios Históricos, y desde luego mucho menos para vaciar de contenido competencial a las diputaciones forales.
El Partido Nacionalista Vasco por su parte defenderá las competencias de las diputaciones forales, haciendo lo necesario para que no queden desvirtuadas, presentando para ello cuantas iniciativas resulte necesario.
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