lunes, 26 de septiembre de 2011

IMPUESTO DE PATRIMONIO

Hace unos días presentábamos en las Juntas Generales de Araba una iniciativa para la constitución de una Ponencia sobre Fiscalidad. Dicha iniciativa respondía a un compromiso adquirido en la parte final de la pasada legislatura, cuando decíamos que era necesario un debate serio y sereno sobre la fiscalidad, pero que dicho debate debía producirse en la institución competente, que no es otra que las Juntas Generales, y al margen de toda pretensión electoral.

Con el mismo argumento, entendiendo que el debate sobre los impuestos debe ser serio y no caer en fórmulas improvisadas ni demagógicas, creemos que hay que afrontar ahora el debate sobre la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio en Euskadi. Habíamos mantenido hasta la fecha que dicha recuperación no debía abordarse hasta que tuviera lugar en el Estado, y habiendo sido aprobada ésta la pasada semana, es hora de abordar el debate.

No se trata de instaurar un impuesto que grave a las clases medias, a aquellos que disponen de una vivienda y unos ahorros que les ha costado años reunir, sino a quienes disponen de una fortuna considerable y que, por una cuestión de pura solidaridad, deben realizar un esfuerzo económico suplementario para ayudar a todos a salir de la crisis.

Ese impuesto sobre el patrimonio, o sobre las grandes fortunas, ha de instaurase en Euskadi de forma coordinada entre las tres Diputaciones, evitándose de este modo que haya contribuyentes que varíen su domicilio fiscal de un territorio a otro para contribuir menos.

Por ello es urgente que los tres Diputados Generales se reúnan para tratar de llegar a un acuerdo que permita la instauración de éste impuesto de forma rigurosa y coordinada.

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